CRIPTORQUIDIA



  •  ¿QUÉ ES?

    Se habla de criptorquidia cuando un testículo se encuentra permanentemente ausente de la bolsa escrotal a los 6 meses de edad. Comprende la ausencia congénita del testículo, así como el mal descenso testicular. Pudiendo ser unilateral (leve predominio del lado izquierdo) o bien bilateral (hasta en un 10% de los casos).

    Se puede presentarse asociada con: otras anomalías urológicas, como hipospadias o válvulas de uretra posterior; defectos del tubo neural, como parálisis cerebral; y formando parte de síndromes (Prune-Belly, Prader-Willi, Kallman, Noonan…).

    La criptorquidia es la anomalía congénita genital más frecuente. Aparece en el 3% de los recién nacidos a término y esa cifra se eleva hasta el 33-45% en prematuros o pacientes con peso inferior a 2.500 g al nacimiento. La mayoría descienden espontáneamente durante los primeros 6 meses de vida, haciendo que la incidencia de criptorquidia al año de edad disminuya hasta el 1%. 

    Existe un criptorquidia adquirida en la que un testículo aparentemente bien situado en escroto durante la primera infancia, va quedándose fuera del escroto con el transcurso de los años, a lo largo de la edad escolar. 

Existen algunas complicaciones de la criptorquidia como son: menor fertilidad y riesgo de malignización. 

  • DIAGNÓSTICO
    El principal diagnóstico se basa en la exploración física mediante una palpación meticulosa de la región inguino-escrotal ya que, las pruebas de imagen no aportan datos relevantes. 

    Los hallazgos en la palpación serán determinantes en catalogar un testículo como: normal o criptorquídico, así como indicar la vía de abordaje del teste (inguinotomía o laparoscopia).

    La exploración debe hacerse, en condiciones ideales: con el paciente relajado (la exploración habitual se realiza con el paciente en decúbito supino y en cuclillas) en una sala con temperatura adecuada y con paciencia y detenimiento. 

    Una exploración detallada de la zona nos ofrecerá información del tamaño (normal, hipotrófico, atrófico) y los elementos del cordón espermático. Explorando al paciente desde su derecha, la mano izquierda debe localizar y fijar el cordón espermático a nivel de la rama del pubis (canal inguinal) y con la mano derecha, palparemos cuidadosamente desde la espina ilíaca a lo largo del canal inguinal hacia el escroto, desplazando suavemente las estructuras subcutáneas hasta localizar el testículo. Una vez localizado, intentaremos descender el testículo hacia el escroto y observar si permanece en la bolsa. El testículo, en la edad pediátrica, no tiene por qué permanecer todo el tiempo en la bolsa escrotal.

    En caso de que no palpar el testícu­lo a nivel inguino-escrotal , existen dos situaciones: ausencia congénita del testículo o testículo maldescendido intraabdominal. Para discriminar entre estas situaciones, es imprescindible practicar una exploración laparoscópica que será diagnóstica y eventualmente terapéutica en el mismo acto quirúrgico.

    Existen otras pruebas complementarias que son:

-Pruebas de imagen

    La ecografía (sensibilidad del 45%) o la RMN (especificidad del 78%) carecen de utilidad en el manejo de la criptorquidia.

    Se debe de tener en cuenta que un resultado negativo en las pruebas de imagen, no es un diagnóstico de ausencia de testículo.

-Pruebas endocrinológicas

    En general, no están indicados test hormonales en el manejo de la criptorquidia unilateral. Sin embargo, en los casos de criptorquidia bilateral, es imprescindible una valoración por endocrinología pediátrica. 

    Una situación peculiar es la criptorquidia bilateral no palpable. En esta situación, el diagnóstico diferencial se establece entre: teste intraabdominal bilateral, anorquia, síndrome de insensibilidad a andrógenos o anomalía cromosómica

-Si la FSH y LH basales están elevadas en un niño menor de 9 años, se debe de sospechar anorquia.

-Si FSH y LH normales, se puede realizar la prueba de estimulación de B-hCG: si se produce una elevación de testosterona, indica que existe tejido testicular funcionante y es obligatoria una exploración laparoscópica. 

-Si no hay una elevación adecuada de la testosterona, podemos encontrarnos ante testículos no funcionantes intraabdominales y es preciso igualmente explorar la cavidad abdominal para descartar la presencia de restos testiculares.

    En definitiva, con independencia de los resultados en las pruebas hormonales, en las criptorquidias no palpables será precisa una laparoscopia, único procedimiento considerado válido, para descartar de tejido testicular, normal, atrófico, funcionante o no en la cavidad abdominal.

  • TRATAMIENTO
    En la mayoría de los casos descenderá de manera espontánea hacia los 3 meses de vida. Si a los 9-15 meses no han descendido, se tratan con hormonas. 
En caso de que a los dos años no han descendido a pesar del tratamiento médico se trataría con una cirugía. 

Para conocer más sobre la enfermedad, se adjunta este vídeo sobre el DR. Jac:




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